Buscar este blog

lunes, 6 de agosto de 2012

Día 6. Por ti recibiría una bala.

Te fuiste demasiado pronto.
Te llevaste tu amor demasiado rápido.
Me empujaste lejos.
No creíste.
No luchaste.
Me abandonaste.


Hubiese dado mi vida
por salvar nuestra historia,
por sanar nuestro amor.
Por defenderte,
hubiese recibido una bala,
bala tras bala,
hasta perder la razón.
Y me habría puesto de pie, una y otra vez,
para ocupar tu lugar y protegerte.
Aunque tuviese que sangrar,
haría mía tu agresión y tus heridas.

Por salvar nuestra historia,
hubiese dado la vida.
Incluso en el borde, y de rodillas,
me hubiese puesto de pie,
erguido, para cargar tu mochila.
Gastaría mi voz
y cantaría para dormir esos demonios
que te reprochan, te detienen, te castigan.

Hubiese recibido cada bala sin pensarlo dos veces,
porque mi corazón herido sigue siendo fuerte.
No sabe de rencores.

Por sanar nuestro amor,
por ti lo hubiese hecho mil veces.
Nadie dijo que sería fácil,
pero sé que, al final,
hubiese valido la pena.



Texto: Andrés Miles © All rights reserved

4 comentarios:

Gary Rivera dijo...

wow! cuando te leo no puedo evitar recorodar un dolorcillo añejo! :'(

Unknown dijo...

Ese dolorcillo que a mí también me recuerdas no es nada añejo si no más bien está provocado por una herida fresca.
Muy bueno lo que escribes!
Just Great!

Damian dijo...

muchas veces me sentí asi, pero luego dejo de hacerlo y trataba de olvidar rápido

Sin humanidad dijo...

es tan cierto lo que escribes blip blop besos