Incluso con las manos atadas, no es el final.
Somos lo que tenemos:
nuestras heridas,
hermosas heridas,
nuestra realidad,
nuestra utopía.
Sintiéndonos tan pequeños,
olvidados,
a punto de ser apedreados,
condenados como suicidas...
Podemos ponernos de pie,
incluso en el borde,
incluso de rodillas.
Claro que podemos.
Entre el castigo y la lucha elegida,
Entre el quebranto y la fe compartida,
vamos a ponernos de pie,
tomarnos de las manos,
saltar
y salvar nuestra historia:
nuestras hermosas heridas.
Texto: Andrés Miles © All rights reserved
4 comentarios:
así es: hermosas heridas,
Y aún atados de pies y manos, siempre podremos utilizar las alas y volar, aunque sean las de la imaginación.
Bicos ricos
Nossas feridas são realmente algo a se trabalhar, como história e vida!
wow! que tal texto, me ha gustado mucho, me ha dejado pensando en como este texto llega a mi justo cuando mas lo necesitaba! ¿la divina providencia? No lo creo!
Muchas gracias! no sabes cuanto me has ayudado con este texto!
Un enorme abrazo!
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