El amor es tan extraño, precioso y traicionero, puede ser tu salvación o tu veneno, así que no te sorprendas si después de empujarte al abismo, vuelo para rescatarte antes de que impactes el piso, porque tu cuerpo es un templo donde me suelo refugiar, sí, te voy a derribar y luego entre pedazos de ti, te construiré, una y otra vez y una vez más con mi propia piel te voy abrigar y con mis propias manos te voy a desnudar, porque el amor es un misterio hermoso, desleal, una copa de vino sublime o fatal, así que no te sorprendas si después de mostrarte mi lenguaje corporal, te doy la espalda quedándome en silencio, para el sabor manzana de tu boca guardar y te voy a culpar cien y mil veces más después de culparme a mí mismo un millón de veces antes, porque el amor es bello y crudo, una pesadilla de la que quisieras escapar o un cuento de hadas del que no quisieras despertar, así que no te sorprendas si mi respiración viste tu espalda y tus sueños de paz y al despertar, encuentras la cama ensangrentada, porque solo el amor nos puede matar y sólo el nos puede traer a la vida una vez mas.

No te sorprendas, es mi forma de amar.
Texto: Andrés Miles © All rights reserved