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jueves, 26 de julio de 2012

Gabriel, deberías volver.


Y entonces, sin pensar y hablando rápidamente, como solía hacerlo  _’’Alguna día me va a tocar a mí ese dolor, tranquilo´´_ Me dijo. Sin lograr entender que a pesar de todo…  Solo se ganó el derecho a mi amor. 


Observando esas olas que no saben si viene o van,  siento un frió intenso que presiona mi espina dorsal, mi corazón se acelera como buscando un refugio, como queriendo escapar y aunque sé que ser cobarde no es un crimen, no me atrevo a mirar que hay detrás.

Quisiera estar hecho de agua para perderme en el mar, desvanecer cada sentimiento y entregarle mis sentidos a ese oleaje intenso que respira vida, respira paz, pero que al mismo tiempo me enseña la cruda realidad... Solo soy un hombre mas, lo que se a vuelto una tortura, la vieja costumbre de caminar frente al mar ya no me entrega esa paz que me solía brindar, solo me llena de recuerdos que me asustan, me hieren y me hacen querer regresar.

Aquí el corazón es rebelde, mientras viven pensando que el pedir perdón y el llorar son sinónimos de derrota y cobardía, sin dimensionar lo equivocados que están sobre esto, la gente ama y deja ir, no entienden el real significado de un ‘’Te Amo’’ y los ‘’Para siempre’’ tarde o temprano encuentran su muerte.

 Gabriel debería volver  y llevarme lejos, en donde no este en guerra contra el mundo, contra ellos, en donde cada palabra dicha que narra la historia que no quiero oír, no baile en mi cabeza. ‘’Son mis heridas y no dejare que alguien las vuelva a abrir’’, solía decir, pero he fallado, sangra mi espalda, mis manos y pies están cansados, mi corazón se a transformado en piedra y aunque aquí el amor es como un libro olvidado en el tiempo, hay una parte de mi que sigue creyendo.

Gabriel, deberías regresar  y llevarme de vuelta a casa, de vuelta a mi hogar, nuestro hogar.







Texto: Andrés Miles © All rights reserved

viernes, 6 de julio de 2012

No te odiaré, Sonreiré


No porque al llamar tu nombre y solo escuche ecos
Te odiaré
No me lo permitiré
Aunque lloren mis ojos
Y mis manos y pies estén cansados
No lo haré



Escribiré canciones de amor que jamás oirás 
Palabras que tal vez jamás cantaré
Y si el cielo llora lo acompañare
Y si el cielo se derrumba sobre mi
Sonriendo pensaré en ti




Me quedaré
Aunque me des la espalda y avances sin mi
Seguiré aquí
Agradecido por lo feliz que fui junto a ti
Jamás te odiare
No me lo permitiré.








Texto: Andrés Miles © All rights reserved