Tal vez sea la última emoción.
Así lo has elegido:
un olvido culminante,
consecuencia de un descuido,
un error garrafal
que todo lo cambió.
Y yo,
siempre honesto,
reconozco que lo digo con miedo,
con dolor,
guardando aquella canción...
esa que no oirás,
esa que perdió la voz.
Texto: Andrés Miles © All rights reserved